El miedo fue por años mi pesadilla más grande y lo único constante en mi vida, no sabÃa estar sin él, se me hizo costumbre y parecÃa que entre más luchaba en contra, más se apoderaba de mÃ.
PodÃa definirlo como mi peor frustración, el obstáculo que siempre paralizaba cualquier decisión Y entorpecÃa cualquier plan, no podÃa controlarlo, estaba ahà todo el tiempo. Me encontraba en el momento más obscuro y vulnerable de mi vida, tocando el fondo de un pozo que yo misma habÃa construido en consecuencia de un pasado conflictivo no resuelto, el miedo finalmente se apoderó por completo de mÃ, me sentÃa perdida una vez más, por ser incapaz de enfrentarme a él, y no poder hacer lo que con tanta ilusión anhelaba.
En ese lugar profundo donde no habÃa más donde ir, donde seguir igual ya no era opción, y victimizarme culpando a otros no me ayudarÃa a salir; lo mire de frente, y asustada lo invite a mi vida y con angustia le hice pasar, entre lágrimas lo abracé, lo sentà y después de una rato lo reconocÃ, pues habÃa estado conmigo desde que yo era niña.
Hasta ese momento caà en cuenta de que yo lo habÃa hecho mi enemigo, que era yo en contra de él, y no él en contra mÃa, que yo lo hice un obstáculo, y en mi incapacidad por hacer frente a mis problemas, siempre lo culpaba a él por arruinarlo todo. En ese segundo le agradecà por haberme acompañado a lo largo de tantos años, viviendo a mi lado cada batalla, enseñándome la precaución para no caer en peligro, poniendo en alerta mi intuición para que me alejara del riesgo.
Hoy entiendo que el miedo es parte de mÃ, qué está a mi favor en tanto con consciencia, aprenda a escuchar lo que en verdad necesito, hoy lo defino como mi virtud más grande.
Ese que te hace sentir un hueco en el estómago, qué te provoca sudor en las manos y temblor en las rodillas, ese que a las 3:45 de la madrugada no te deja dormir, ese miedo tan especial que te impulsa a saltar al vacÃo, a enfrentar el riesgo, en vez de paralizarte y desistir, el miedo sabio es lo que se siente al tomar decisiones de esas que te cambian la vida, ocupan fuerza, agallas y lo más importante, resiliencia para enfrentarte a un sinfÃn de retos que experimentarás fuera de tu zona de confort.
Lo que alguna vez fue angustia, hoy es el motivo para escuchar, y atender a mi intuición para tomar decisiones con cabeza frÃa.
Asumo que todos reconocemos esta emoción, aseguro que pocos nos damos cuenta del gran maestro que es nuestras vidas.
El miedo es inherente a nuestra especie, es lo que nos mantiene vivos y alerta para sobrevivir al peligro, que sea un obstáculo en tu vida o tu mejor aliado, dependerá de ti.
La diferencia entre accionar o desistir, gritar o callar, amar o sufrir, siempre será una decisión y el asumirla representará una vida llena de arrepentimientos y frustraciones o una llena de plenitud y vivencias sin lÃmite.
¿Y tú, como eliges vivir el miedo?
Angola G.